Mi Refugio

07 de septiembre de 2018

Mi refugio

Por lo general, soy una persona muy sensible, y verdaderamente me entristece saber que otras personas la están pasando mal. Recuerdo que en una pijamada con mis amigas decidimos ver una película llamada “3096 Días” el caso fue terrible pero lo peor es que fue un suceso de la vida real :(.

Sinceramente llegué a mi casa pensando en eso, así pase más de una semana, nada me quitaba ese desasosiego por tal razón, hable con Jesús de lo que me sucedía fue entonces cuando sentí claridad, decidí que iba a seguir orando 3096 días para que Natascha Kampusch la protagonista de esa trágica historia sanara completamente.

Otro evento del cual me sentí demasiado triste es que mi país atraviesa una crisis por lo tanto cerraron las universidades, era muy probable que perdiera mi último año no podía creer que a pasos de salir, de tener mi título esto estuviera sucediendo, pero después de orar fervientemente, Jesús puso paz, aunque la situación de mi país no cambiaba y no había planes de regresar a clases yo me sentía en calma.

En muchas ocasiones me siento impotente ante la maldad, las injusticias, las circunstancias por la que atravieso ya sea personales, familiares incluso de amistades. Enterarte que la mamá o el abuelito de tu amiga le diagnosticaron cáncer, o saber que una de tus amigas no se valora en lo absoluto, todo eso apesadumbra y varias veces piensas que no tienes la forma de ayudar.

Pero yo he encontrado refugio mediante la oración, al orar se que Jesús va actuar de manera sorprendente y aunque pueda ayudar de alguna manera en determinadas situaciones se que la oración es más eficaz, además al entregarle esa situación que me preocupa, me angustia, encuentro libertad porque sé que él está trabajando.

De igual forma, inexplicablemente, él pone paz en mi vida y aunque las condiciones no cambien, esa aflicción que tenía se esfuma, les cuento que después de cuantiosos días de oración por mis clases, por Natascha en síntesis por todo aquello que me angustia, esa intranquilidad que poseía desapareció y me siento en apacibilidad.

Empiezo a ver con optimismo los acontecimientos, entendiendo que Jesús tiene un propósito para mi vida, pero lo más importante es que logro comprender que el es mi consolador y que mi refugio, el lugar donde mis fuerzas se renuevan es en la oración.

Filipenses 4: 6-7 Nueva Versión Internacional (NVI)

"6 No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. 7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo el entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús."